¿Quieres pedir un préstamo pero te falta averiguar cómo saber si estás en el ASNEF? Aquí te explicamos paso a paso cómo puedes averiguarlo rápidamente.
¿Sabes cuál es la mejor hipoteca para ti? Toda la información sobre tipos de interés, cuotas, seguros asociados y comisiones a analizar.
Muchos son los puntos que debemos tener en cuenta cuando nos plantemos el cómo conseguir la mejor hipoteca. Alguna de las que oferta el mercado en el momento de elegir quedará ligada a nosotros durante muchos años, por lo que la firma del contrato supone un momento crucial para una gran parte de nuestra vida. Es por ello fundamental prestar atención a que ninguna de las condiciones propuestas por la entidad financiera sea abusiva, pero también a que las diferentes características de la misma se adapten a nuestras necesidades.
Uno de los consejos fundamentales a la hora de elegir la mejor hipoteca es no aceptar la primera oferta. Por muy buena que pueda parecer, y por muy bien que la entidad financiera nos la pueda vender, lo más sensato es visitar un gran abanico de entidades financieras con el objetivo de descubrir cuál de ellas nos ofrece las mejores condiciones posibles. Seguidamente, y una vez tomemos la decisión, nuestros esfuerzos deberán centrarse en demostrar al banco que somos los suficientemente solventes como para que el riesgo de impago en el caso de formalizar el acuerdo de hipoteca sea mínimo.
Pero entre el primer punto y el último, hay una gran cantidad de cosas que consideraremos a la hora de confeccionar la hipoteca que más se adapte a nuestras necesidades. Sobre todo, en pleno año 2017 en el que se redacta este artículo, hay suficiente ofertas como para encontrar precios asequibles por una hipoteca en comparación a años anteriores. Además, justo en los últimos meses, la mayor liquidez de las entidades financieras y el mayor cuidado que pone el cliente a la hora de elegir, hacen que la competitividad en estos préstamos sea mayor. Como consecuencia, se encuentran costes más asequibles.
Sin embargo, todavía quedan algunos puntos que no debemos pasar por alto. Es el caso de la contratación de seguros que puedan ir asociados a la firma de la hipotecas. Normalmente, para encontrar las mejores condiciones, la entidad financiera propondrá al cliente un alto grado de vinculación que vendrá dado por la domiciliación de la nómina y algunos seguros. Aceptar más de dos seguros es desaconsejable. El tercero podría incrementar bastante el precio final de la mejor hipoteca para nosotros. Contratar un seguro de vida y de hogar es suficiente para obtener ventajas al aumentar la relación con el banco.
En la elección del tipo de interés para la mejor hipoteca también reside gran parte de la importancia y de las reflexiones que se deben hacer. Como hemos comentado en más de una ocasión en nuestros diferentes artículos, las hipotecas de tipo de interés variable dependen de un diferencial en concreto más un tipo referencial (que suele ser el Euríbor), mientras que las hipotecas a tipo de interés fijo lo establecen inalterado de principio a fin, pudiendo conocer el coste total de la hipoteca ya en la firma del contrato. Las mixtas combinan ambas modalidades en dos periodos de tiempo diferentes.
Si tenemos pensado decantarnos por una hipoteca con tipo de interés variable, y observando las diferentes opciones que ofrece el mercado, lo ideal es que ninguna de ellas supere el Euríbor + el 1,90%. Hay opciones que se colocan por debajo de esta combinación. Por lo que aquellas que se queden por encima deberían descartarse. En el caso de que las hipotecas sean a tipo fijo, éste no puede quedar por encima del 3%. Hay alternativas muy interesantes al 2,50% o incluso al 2,05%. En las mixtas se aconseja que el interés fijo inicial no supere los doce meses ni el 2,50% de interés.
En el mismo sentido es necesario revisar el tipo de cuota que queremos dependiendo de nuestras necesidades. Recordemos que podemos encontrar hasta tres tipos: constante, creciente y decreciente. La constante permite pagar durante el periodo de amortización un importe muy parecido, siendo la más utilizada en España. Cuando los intereses crezcan, pagaremos más intereses y menos capital. La creciente establece una cuota baja al principio, aumentando año tras año. Por contra, la decreciente va disminuyendo durante el periodo de amortización de la hipoteca.
También es muy importante analizar nuestros ingresos y perspectivas de futuro con el objetivo de acordar el plazo de amortización más adecuado para nuestros planes. Un plazo muy extenso en el tiempo traerá consigo un encarecimiento destacado de la hipoteca, pero en cambio, el importe a pagar cada mes será menor. Por otro lado, si optamos por un plazo de amortización corto, la cuota será más elevada cada mes. Eso sí, se pagarán muchos menos intereses al final del periodo de devolución de la deuda.
Justo en el tema de las amortizaciones también deberemos prestar atención. Es conveniente evitar firmar todas las comisiones posibles, en concreto las de apertura, amortización parcial o subrogación. No es del todo complicado lograr este objetivo. La feroz competencia a la que hacíamos referencia favorece que muchas entidades financieras prescindan de estos pagos ocasionales. Si tenemos dificultades para buscar estas ventajas, las hipotecas contratas de manera online no suelen tener este tipo de comisiones.
Y por supuesto, algo a evitar son cláusulas similares a las polémicas «suelo». Todas las entidades financieras las han eliminado ya, pero hay que estar alerta por si el banco introduce algo parecido. La crisis financiera y bancaria nos debe poner en alerta ante posibles abusos. Cualquier precaución es poca para conseguir la mejor hipoteca.