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¿Cuáles son los pros y los contras de las deudas a largo plazo? En este artículo las analizamos al detalle para que sepas si son una buena opción para ti.
Las deudas a largo plazo pueden ser una buena solución si se trata de cubrir gastos o hacer una inversión de gran valor en un tiempo determinado. Aunque, por otra parte, también pueden tener sus propios inconvenientes y dificultades. En este artículo analizaremos las ventajas y desventajas de la deuda a largo plazo para que la decisión que tomes sea la adecuada y te genere rentabilidad.
Seguro que alguna vez en tu vida te has hecho la pregunta: ¿me conviene tener esta o tal otra deuda a largo plazo? Las deudas a largo plazo son útiles para financiar proyectos de gran impacto, teniendo en cuenta que es necesario que resulte rentable en el momento de devolver el capital prestado (de lo contrario, no sería una buena solución financiera).
El tiempo es un gran amigo de las deudas a largo plazo. Las entidades bancarias o acreedores pueden establecer plazos de pago de 5 a 10 años, otras pueden ir hasta los 30 o 40 años si se habla de créditos hipotecarios.
En general, las cuotas se calculan tomando en cuenta el préstamo o crédito, el tipo de interés y el periodo de amortización. Éstos son aspectos que se deben estudiar antes de solicitar un préstamo y antes de que se comience a generar la deuda. Por ello, es importante considerar el coste-beneficio y las respectivas obligaciones:
Además, es necesario evaluar los pros y los contras de tener una deuda a liquidar en un plazo de varios años para corroborar qué es lo más conveniente de acuerdo con la solvencia económica de cada usuario.
Las deudas a largo plazo van más allá de 5 años. Un ejemplo de este tipo de deuda son las hipotecas. Algunos bienes raíces suelen tener plusvalía, así que este tipo de deudas tienen mucho valor con el paso del tiempo. La amortización de la deuda debe ser cómoda y no absorber más de la tercera parte del sueldo o ingreso económico.
Otros ejemplos son emisión de acciones para el caso de las empresas, bonos y arrendamiento financiero, por mencionar algunos. Sin más dilación, analicemos los pros y los contras de las deudas a largo plazo:
Un consejo que te damos si decides tener una deuda a largo plazo, es poner en una balanza el capital y los intereses. Ten en cuenta que el beneficio que obtendrás del capital solicitado no se verá reflejado hasta después de un tiempo. Por eso, te sugerimos contar con liquidez a corto plazo para sobrellevar las primera etapa de la deuda. Si necesitas asesoramiento profesional o estás pensando en pedir un crédito o préstamo a largo plazo, contacta con nosotros.