Controlar los ingresos y los gastos es la clave de las finanzas personales. Te presentamos algunas plataformas y apps de finanzas para gestionarlos.
¿Quieres aprender a administrar el dinero y a controlar los gastos del hogar? ¡Este artículo es para ti, te lo contamos detalladamente!
Si estás leyendo este artículo, probablemente te estás preguntando cómo puedes administrar el dinero y cómo puedes controlar los gastos del hogar. Sabemos que en ocasiones, llegar a final de mes es complicado… Pero es posible, te lo aseguramos. Sea para unas vacaciones o para comprarte una casa, todo método de ahorro tiene las mismas bases: la constancia y el control.
Lo primero es fundamental: sin perseverancia, no llegarás a ahorrar ni diez euros. Tienes que mentalizarte: para conseguir tu objetivo, vas a tener que poner de tu parte durante un largo tiempo. Esto no es un sprint, es una maratón, ¡pero la meta lo vale!
Y te preguntarás, ¿lo del control, a qué viene? Pues es muy sencillo: si no sabes lo que ganas, no sabes lo que gastas. Y si no sabes lo que gastas, básicamente… te lo gastas todo. Es así, todo estudio de ahorro lo demuestra, y por eso vamos a empezar por este punto: llevar una contabilidad doméstica perfecta.
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Controlar los gastos del hogar es el primer paso porque, antes de sentarse a decidir una meta concreta, lo ideal es llevar a cabo una pequeña investigación sobre nuestra rutina. Parece más complicado de lo que suena, y aunque en un principio pueda sonar aburrido, te aseguramos que te acostumbrarás bien rápido y no entenderás cómo te organizabas antes.
Existen, básicamente, tres formas de identificar por dónde se va tu dinero:
Una vez tengas identificados todos tus gastos mensuales, es importante dividirlos en categorías para poder hacerte una idea de cuánto necesitas realmente. Haz dos listas: una con todos aquellos gastos fijos, y otra con gastos variables. Marca de alguna manera qué gastos son prioridad absoluta y cuáles, en cambio, son prescindibles.
Ejemplos de gastos fijos:
Consejo: recuerda incluir cantidades anuales como, por ejemplo, el seguro del hogar, y dividirlas entre los doce meses.
Ejemplos de gastos variables:
Una vez tengas todos tus gastos divididos por categorías, llega el momento de hacer tu presupuesto. Para ello, haz la siguiente prueba: suma tus ingresos mensuales y réstale el total de los gastos fijos y variables.
Si tienes suerte, el resultado de esa operación estará sobre cero. Pero, en muchas ocasiones, eso no es así. O quizás, si estás sobre cero, estás tan cerca que a la mínima que hay un imprevisto, esa cantidad se esfuma. Aquí es dónde entra la importancia del presupuesto.
Para empezar, elimina todos los gastos prescindibles de tu listado. Cuánto más alejado de tu objetivo de ahorro estés al inicio de esta guía, más cosas vas a tener que tachar como innecesarias.
Una vez terminado este paso, vuelve a hacer la suma por categorías: ese va a ser tu presupuesto mensual, y recuerda que no puedes superarlo bajo ningún concepto.
Consejo: crea una categoría de Imprevistos o Regalos y haz una media de lo que puedes gastarte en este tipo de casos cada mes. Te ayudará a tener un presupuesto más realista, y conseguir tu objetivo de ahorro sin frustraciones.
Y si te ha quedado alguna duda o necesitas asesoramiento personalizado sobre cómo administrar el dinero, controlar gastos o estás pensando en opciones de financiación, puedes contactar con nosotros y un experto financiero te ayudará de forma gratuita y sin compromiso.