¿Tienes miedo a comprar por Internet y temes por la seguridad de tu tarjeta? Las tarjetas virtuales son la solución, y aquí te explicamos todo lo que necesitas saber sobre…
Aquí descubrirán todas las características y funcionalidades de la tarjeta revolving, pero también sus peligros. Cuidado con ellas.
En Tarjetas-Online.net hemos hablado ya de casi todos los tipos de tarjetas bancarias que existen, pero hoy toca hacerlo de las tarjetas revolving, uno de los tipos de tarjetas más desconocidos y, al mismo tiempo, más peligrosos si no se sabe bien cómo usar estas tarjetas.
Si has llegado aquí para saber exactamente qué son, cómo funcionan y dónde puedes conseguir alguna de estas tarjetas estás en el lugar adecuado. A lo largo de los siguientes párrafos iré resolviendo tus dudas una a una.
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Las tarjetas revolving son un tipo de tarjetas de crédito cuya modalidad de pago es la de pago aplazado. Esto significa que comprar cualquier producto o servicio con una tarjeta revolving hará que automáticamente el montante total de la operación se tenga que realizar en diferentes pagos.
Como es una tarjeta de crédito, la tarjeta revolving podrá realizar operaciones teniendo en cuenta el límite de crédito que esté asociado a dicha tarjeta. Este tipo de tarjetas no realizan las compras con el dinero de la cuenta corriente, sino con esa línea de crédito que ofrece el banco junto a la tarjeta.
Que las tarjetas revolving permitan aplazar las compras en diferentes plazos implica que los intereses siempre van a estar presentes en estas tarjetas. Como sabéis, las tarjetas de crédito permiten pagar todo lo acumulado a final de mes sin intereses, pero si se solicita una modalidad de pago en plazos, estos intereses sí se aplican. Por ello las tarjetas revolving tienen unos intereses asociados que en el momento de la contratación se especifican.
Aunque la forma de pago es la del pago aplazado, dentro de la misma existen distintas opciones a la hora de configurar el funcionamiento de la tarjeta. El propietario de la misma podrá elegir (dependiendo de las condiciones que ofrezca cada entidad financiera) si prefiere pagar una cantidad fija al mes o un porcentaje determinado de la compra:
Si el usuario de esta tarjeta elige esta modalidad, cada mes pagará una cantidad de dinero determinada sea cual sea el consumo que se haya hecho con la tarjeta ese mes. El banco delimita la cantidad mínima o máxima que puede establecer.
Ejemplo: Para un acumulado de 1.000 € y una cuota fija de 200 €, se desembolsará esa cantidad de dinero a final de mes, quedando para el siguiente una deuda que será igual a la cantidad restante (800 €) más el interés aplicado.
Precauciones: El peligro de este modo de pago es que, si la cuota a pagar es tan pequeña que es inferior a lo consumido ese mes, la deuda irá aumentando casi sin que el usuario se dé cuenta.
En esta ocasión, el usuario elige qué porcentaje sobre el dinero gastado con la tarjeta quiere pagar al mes, quedando el resto del dinero pendiente de devolución. También hay un porcentaje mínimo y máximo que establece el banco.
Ejemplo: Para un acumulado de 1.000 € y una cuota mensual del 20%, el primer mes debería abonarse 200 €, mientras que el siguiente 160 €, a falta de aplicar intereses
Precauciones: En este caso también existe el peligro porque de esta manera se puede entrar en una espiral constante de deudas que no se acaba nunca. Al pagar un porcentaje fijo, cada mes se pagará menos porque el total disminuye, algo que hará que el periodo de deuda aumente, y con él los intereses.
El problema evidente de estas tarjetas es que el usuario de las mismas puede entrar en una espiral de deudas de la que puede ser muy difícil salir. Los bancos no están obligados a informar de que el montante de la deuda crece exponencialmente, y cuando menos se lo espera, el usuario se encuentra con una cantidad de dinero difícil de devolver.
Por ello, el Banco de España hace una serie de peticiones a los bancos para que el usuario sepa en todo momento a lo que se atiene, en base a los principios de claridad y transparencia informativa. Estas son:
El Banco de España, de alguna manera, así lo considera. La poca claridad en la información que ofrecen las tarjetas revolving ha llevado a juicio a alguna entidad financiera, encontrando tarjetas que disponían del pago aplazado como modo de pago por defecto de la tarjeta. En sentencias como la del Tribunal Supremo del 25/11/2015 se declaró nula la deuda del usuario por ser la deuda de la tarjeta revolving un tipo de préstamo con un interés muy superior al normal del dinero y extremadamente desproporcionado, aludiendo así a la Ley de Represión de la Usura de 1908.
Un caso real de uso de tarjeta revolving fue el de una usuaria que, con un saldo de 6.000 € y una cota de 78 € al mes, pagó durante 5 años 4.680 € sólo de intereses, teniendo pendiente de amortizar todavía los 6.000 € dispuestos en su momento.
Además, estas tarjetas suponen una tentación para el usuario, pues las entidades le prometen al mismo unas condiciones excepcionales que, en la práctica, no lo son tanto. Hay dos características concretas que atraen a la gente a la solicitud de este tipo de tarjetas:
Obviamente, la mejor forma de reducir el riesgo que suponen las tarjetas revolving es no contratarlas. Sin embargo, como hemos dicho anteriormente, una tarjeta de crédito normal y corriente puede hacer la misma función si se abusa de la posibilidad de aplazar las compras. Por ello, aquí unos consejos para no caer en la dañina espiral de deudas:
Si tienes alguna duda sobre las tarjetas revolving o sobre métodos de financiación, puedes rellenar este formulario y un experto financiero te ayudará encantado.